La defensa del cuerpo humano es un fenómeno complejo y asombroso. A lo largo de mil millones de años, se han desarrollado diversas estrategias para combatir a los invasores. Una de las defensas más efectivas y desconocidas es el sistema de complemento, compuesto por más de 30 proteínas que trabajan juntas para detener a los intrusos.
¿Qué hace el sistema de complemento?
En pocas palabras, el sistema de complemento cumple tres funciones principales: debilitar a los enemigos, activar el sistema inmune y abrir agujeros en las células invasoras hasta que mueran. Es un sistema de proteínas sin dirección fija, pero su forma determina su función y cómo interactúa con otras proteínas.
La activación del sistema de complemento
El proceso de activación del sistema de complemento es complejo y se desencadena ante la presencia de bacterias u otros invasores en el cuerpo. El primer paso es la activación de la proteína C3, como la chispa que enciende el fuego. Una vez activada, C3 se divide en dos proteínas más pequeñas, C3a y C3b, que se encargan de buscar y atacar a los invasores.
La cascada de la activación
La proteína C3b se ancla a la superficie de los invasores y cambia de forma, lo que le permite unirse a otras proteínas y desencadenar una cascada de reacciones que se propagan rápidamente. Esta cascada llega a cubrir a los invasores y dificulta su movimiento. Además, se liberan proteínas de señalización llamadas C3a, que llaman a las células inmunes y las guían hacia el lugar de la infección.
La eliminación de los invasores
Las células inmunes, como los fagocitos, son las primeras en llegar al sitio de la infección. Estas células atrapan y eliminan a las bacterias activadas por el sistema de complemento. Además, el sistema de complemento forma complejos de ataque de membrana que perforan las membranas de los invasores, causando su muerte.
La importancia contra los virus
Si bien el sistema de complemento es eficaz contra bacterias, su importancia radica también en su capacidad para interceptar y neutralizar virus, que carecen de defensas fuera de las células. Sin el sistema de complemento, las infecciones virales serían mucho más graves.
Adaptación de los invasores
Los invasores también han evolucionado para evadir el sistema de complemento. Algunos virus bloquean la activación del complemento al infectar las células huésped, mientras que algunas bacterias pueden evitar la detección al adquirir moléculas del sistema de complemento y hacerse «invisibles». A pesar de esto, el sistema de complemento sigue siendo una valiosa arma en nuestra defensa inmunológica.