Los videos que juegan con armas nucleares pueden resultar divertidos, hay una alegría visceral en hacer explotar cosas y una fascinación espeluznante por cosas como bolas de fuego, ondas de choque y radiación. Si bien esto puede ayudarnos a comprender nuestro poder destructivo, no es la mejor manera de entender el impacto real de una explosión nuclear.
Es por eso que nos hemos asociado con el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para explorar qué sucedería realmente si se detonara un arma nuclear en una ciudad importante hoy en día. No estamos hablando de guerra nuclear, solo de una explosión.
La primera fase de la explosión
Comienza en el centro de una ciudad importante. Las personas van a trabajar, estudian para exámenes, se pierden en sus pensamientos y vidas cotidianas. Aquí es donde se detona un arma nuclear y el tiempo se congela.
En menos de un segundo, aparece una bola de plasma más caliente que el sol que crece en una bola de fuego de más de dos kilómetros de diámetro. Dentro de esta bola, todos simplemente desaparecen. Piensa en el agua que cae en una sartén muy caliente: chisporrotea y luego no hay nada.
La segunda fase de la explosión
En pocos segundos, la mayoría de las personas notarán que algo anda mal, pero ya es demasiado tarde para cientos de miles. La bola de fuego genera una onda expansiva que crea una burbuja de aire sobrecalentado y súper comprimido a su alrededor, que se expande explosivamente más rápido que el sonido, creando vientos más fuertes que los huracanes y los tornados.
La infraestructura humana no puede hacer frente a su poder. La mayor parte de los edificios importantes dentro de un kilómetro de la bola de fuego se reducen a escombros. En los parques cercanos, donde los jubilados alimentan a los patos, los árboles negros y humeantes del calor se rompen como palillos de dientes.
La tercera fase de la explosión
En las próximas horas y días, miles de personas morirán por lesiones graves, cortes, huesos rotos y quemaduras graves. Muchas personas están atrapadas en edificios derrumbados o cegadas por el destello, sin poder escapar debido a los escombros. Los hospitales han sido destruidos y la ayuda no puede llegar.
La radiación comienza a afectar a los supervivientes, causando enfermedades y muertes. La comida, el agua y la atención médica escasean. La recuperación lleva años.
La solución
El camino hacia la solución es la eliminación de todas las armas nucleares y el compromiso de no construirlas nuevamente. En 2017, casi dos tercios de todos los países del mundo, respaldados por cientos de organizaciones de la sociedad civil y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, acordaron prohibir y eliminar las armas nucleares.