El lenguaje de la vida: comprensión de las proteínas
Introducción
¿Alguna vez has pensado en cómo es el interior de tus células?
Imagínese llenar una habitación con billones de granos de arena, miles de millones de granos de arroz, cientos de miles de uvas, unos pocos miles de manzanas y una docena de sandías. Así es como se ve el interior de las células, lleno principalmente de moléculas de agua.
Pero además de agua, tus células también están llenas de proteínas; de hecho, varios miles de millones de ellas. Las proteínas son los componentes básicos de la vida; Constituyen casi todas las partes sólidas no grasas del cuerpo, incluso los huesos.
El lenguaje de la vida
Las células necesitan hacer muchas cosas difíciles para mantenerse vivas: obtener alimento, eliminar desechos, crecer, construir estructuras, reaccionar a estímulos, hacer copias de sí mismas y más. ¿Cómo logran todo esto? Hablando el lenguaje de la vida.
Este lenguaje está compuesto de proteínas, que son como palabras en una oración llamada vía biológica. Las proteínas se forman uniendo aminoácidos, el alfabeto del lenguaje de la vida. Hay 21 aminoácidos diferentes y cuando se juntan unos 50 de ellos, forman una proteína.
Ten en cuenta que hablar este idioma es increíblemente complejo. Mientras que se necesitan unas 8.000 palabras para hablar bien un idioma humano, el lenguaje de la vida tiene aproximadamente 20.000 palabras, con una proteína promedio que consta de 375 aminoácidos.
¿Cómo hablan las células este lenguaje complejo?
Su ADN juega un papel vital en la comunicación celular. Contiene **genes**, que actúan como diccionarios de proteínas y contienen todas las palabras del lenguaje de la vida. Los genes también sirven como manuales de construcción de las proteínas necesarias para mantener las células en funcionamiento.
Su ADN es increíblemente largo: si se desentrañara, abarcaría unos dos metros. Para ponerlo en perspectiva, si combinaras todo el ADN de tu cuerpo en una sola cadena, podría llegar al Sol y regresar más de 20 veces.
Proteínas muertas, funciones vivas
Ahora, exploremos cómo las proteínas muertas hacen posible la vida. Cuando se construyen proteínas, se unen diferentes aminoácidos con cargas variables, lo que hace que se doblen sobre sí mismos. Este proceso de plegado crea estructuras únicas en forma de rompecabezas en 3D que permiten que las proteínas interactúen con otras proteínas, formando micromáquinas complejas y transmitiendo información.
Las proteínas pueden unirse como piezas de Lego para construir estructuras, desmantelar cosas y activar micromáquinas que se unen al ADN, desencadenando la producción de proteínas específicas necesarias para combatir las toxinas, entre otras funciones.
El surgimiento de la vida
Las células, como las hormigas, son bastante tontas individualmente, pero cuando trabajan juntas, crean algo más grande, un ser vivo. Este fenómeno se conoce como emergencia. Cada célula desempeña un papel específico en el mantenimiento del funcionamiento del cuerpo, ya sean células musculares que se contraen, células cerebrales que piensan o tejidos especializados que realizan su tarea designada.
El lenguaje de la vida, compuesto de proteínas, es la clave de la complejidad de los organismos vivos. Comprender cómo funcionan y se comunican las proteínas es como descifrar los secretos de la vida misma.